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CONSTRUYAMOS UNA COMUNIDAD DE DESTINO DE LA HUMANIDAD

que todos debemos compartir el mismo barco contra viento y marea,
la misma gloria y las mismas desgracias, esforzándonos por convertir
el planeta donde nacemos y crecemos en el hogar de una gran familia
l
armoniosa, y por hacer realidad la aspiración de todos los pueblos de
mundo a una vida mejor.
— Hemos de esforzarnos por construir un mundo en general
seguro y alejado del miedo. Al contemplar en su conjunto el desarrollo
de la civilización humana, constatamos que si bien la humanidad lleva
ya más de un milenio esperando una paz duradera, la guerra nunca se
aleja de ella y el ser humano vive constantemente bajo su amenaza.
Dado que todos vivimos en una misma Tierra, la seguridad de un país
no puede basarse en la inseguridad de otro y las amenazas que se ciernen
sobre los demás puede devenir retos para nosotros. Ante las amenazas
cada vez más complejas y generales que acechan a la seguridad, no
vale la lucha en solitario, ni mucho menos el fervor por la fuerza de las
armas. Debemos insistir en el nuevo concepto de una seguridad común,

integral, cooperativa y sostenible, crear una configuración de la seguridad
caracterizada por la equidad, la justicia y la coedificación y el codisfrute,

y, entre todos, arrancar la raíz de la guerra, rescatar a los pueblos
desterrados por los fusiles y los cañones, y proteger a las mujeres y niños
víctimas del fuego de la guerra, a fin de que la luz de la paz ilumine la

Tierra y todos podamos disfrutar de una vida tranquila y feliz.
— Hemos de esforzarnos por construir un mundo compartidor de
la prosperidad y alejado de la pobreza. En el mundo actual, los materiales
y las tecnologías se han desarrollado hasta un nivel que nuestros
predecesores difícilmente podrían haber imaginado. Sin embargo, la
problemática de los desequilibrios en el desarrollo y su insuficiencia
persiste en general, la disparidad entre el desarrollo del Sur y el del Norte
sigue siendo enorme, las situaciones de pobreza y hambre son todavía
graves, se está abriendo una nueva brecha, la digital, y en muchos países
el pueblo vive en condiciones muy difíciles. Si se continúa aplicando la
antigua lógica de que cuando uno triunfa, el otro fracasa y el ganador
se queda con todo, y se persiste en las viejas prácticas de engañarse
unos a otros y utilizar el campo del vecino como sumidero, el resultado
inevitable será no solo taponarles las puertas a los otros, sino también
cortar el propio camino, lo cual erosionará los cimientos del propio

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