Page 11 - Construyamos una comunidad de destino de la humanidad
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UNA COMUNIDAD DE DESTINO DE LA HUMANIDAD
admiración hacia quienes la habían dotado de tantas funciones. Sería
fenomenal poder fabricar una ingeniosa navaja suiza para nuestro
mundo. De este modo, cada vez que la humanidad topara con un
problema, podría elegir la herramienta más adecuada para solucionarlo.
Estoy convencido d e que, si se esfuerza perseverantemente en ello, la
comunidad internacional conseguirá fabricar una navaja suiza como esa.
Señoras y señores, amigos:
Los chinos siempre hemos creído que China solo puede ir bien si
el mundo va bien; y que el mundo solo puede ir mejor si China va bien.
Muchos son los interesados en el rumbo que las políticas chinas tomarán
en el futuro y muchos son también los comentarios de la comunidad
internacional al respecto. Sobre este punto, me gustaría darles a ustedes
una respuesta inequívoca.
En primer lugar, China no revocará su determinación de defender
la paz mundial. La civilización china ha abog ado desde siempre por
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“la armonía entre los países” , “la armonía pero no monotonía” y “la
armonía e s lo más valioso”. El Arte de la guerra, de Sunzi, célebre tratado
chino de estrategia militar, comienza con estas palabras: “La guerra es un
asunto de importancia vital para el Estado, es la provincia de la vida y de
la muerte, el camino que lleva a la supervivencia o a la aniquilación. Por
consiguiente, es indispensable estudiarla a fondo”. La idea esencial de
estas palabras es que las guerras deben librarse con cautela o no librarse.
A lo largo de miles de años, la paz ha ido mezclándose con la sangre de
la nación china y grabándose en los genes del pueblo chino.
Varios siglos atrás, aunque China era tan próspera que su PIB
representaba el 30 % del mundial, jamás recurri ó a la expansión ni a
la agresión al exterior. Tras la Guerra del Opio de 1840, China vivió
durante más de cien años bajo el flagelo de las frecu entes agresiones y la
recurrente devastación del país, sufriendo con amargura en carne propia
el tremendo dolor causado por la guerra y la agitación. Confucio dijo: “No
hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti”. El pueblo chino está
profundamente convencido de que la prosperidad y el desarrollo solo
son posibles en un entorno de paz y tranquilidad.
Lo que ha permitido a China dejar de ser un país sumamente
pobre y débil para convertirse en la segunda economía mundial no ha
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