Page 16 - TEXTOS ESCOGIDOS DE DENG XIAOPINGTomo I
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trabajo de propaganda, se enciende en seguida el entusiasmo de las masas
populares por la guerra antijaponesa y ellas se incorporan voluntariamente al
ejército. Esta manera de proceder surte un efecto mucho más satisfactorio que
las formas coercitivas de reclutamiento.
Allí, se ha realizado una labor para cerrar las filas de los activistas de la
Resistencia y las personas de nobles ideales (no las que sueñan con aprovechar
la oportunidad para escalar posiciones sociales y amasar fortunas) que hay
entre las masas, y se recluta nuevos soldados a través de ellos, lo que permite
obtener con frecuencia resultados extraordinariamente grandes.
Allí, se ha realizado una labor entre los familiares de los militares
participantes en la guerra antijaponesa celebrando reuniones entre ellos y,
cuando es posible, ofreciendo comidas de confraternidad, para hacer propa
ganda explicándoles los diversos problemas relativos a la guerra antijaponesa,
señalándoles la gloriosa condición social de que gozan, otorgándoles placas
honoríficas y escuchando sus opiniones de diversa índole. A propósito de
superar sus dificultades en la vida cotidiana, se han presentado, en la medida
de lo posible, propuestas ante el gobierno y las organizaciones populares de
la localidad para que se les den soluciones aunque sean parciales. Como
resultado de estos trabajos, se demuestra lo glorioso que es ser familiares de
militares participantes en la guerra antijaponesa, lo que hace surgir muchos
casos, nunca conocidos, de que esposas, padres y hermanos envían a los suyos
a alistarse al ejército.
Allí, se han movilizado a los organismos gubernamentales y a las
organizaciones populares para coordinar sus esfuerzos en el reclutamiento
haciendo propaganda y efectuando actos de despedida en honor de los nuevos
soldados que marchan al frente.
Allí, las unidades militares acantonadas han jugado antes que nadie un
papel de modelo. Observan la disciplina de manera ejemplar, establecen
relaciones estrechas con las masas populares, celebran veladas conjuntas de
confraternidad con la población civil y convidan a comidas a representantes
de esta última (generalmente una compañía invita a un representante de cada
familia). Todo este trabajo ejerce una influencia muy efectiva en las masas
populares, quitándoles el temor al ejército y librándolas del prejuicio de que
“los hombres de bien nunca se hacen soldados”, lo cual ha facilitado el
trabajo del gobierno y de las unidades militares para reclutar nuevos soldados.
Allí, las unidades militares movilizan a sus propios soldados para efectuar
el reclutamiento. Siempre que esté asegurado que sus soldados no molesten al
pueblo, sino que lo traten con amabilidad, se lograrán resultados bastante
apreciables.
Finalmente, como algunas de estas regiones se hallan en los flancos de la