Page 109 - OBRAS ESCOGIDAS DE ZHOU ENLAI Tomo II
P. 109
ORIENTACION Y TAREAS DE TRABAJO DIPLOMATICO 107
Con los países islámicos tenemos pocos vínculos y no podemos
ejercer mayor influencia; con ellos procederemos en forma paulatina.
Debemos apoyarnos en los progresistas, ganarnos a los de centro
y desintegrar el campo de los intransigentes. Este principio nos per-
mitirá una mayor flexibilidad en nuestras actividades diplomáticas.
No es conveniente ver en la situación general nada más que el anta-
gonismo entre los dos campos, sin que nada se pueda hacer. Así es
como nos proponemos abrir perspectivas para nuestras relaciones ex-
teriores.
2. La dirección ideológica de nuestro trabajo diplomático
Nuestra labor diplomática debe supeditarse a la dirección absoluta
de la ideología proletaria. No permitiremos que la ideología burguesa
o pequeñoburguesa erosione nuestra labor, y menos aún que ejerza
un papel predominante en ella. Nuestra posición al respecto debe ser
muy firme, y nuestra ideología, bien definida.
A. Persistir en el internacionalismo y combatir el nacionalismo
estrecho. Ustedes entienden este principio en lo teórico, pero en la
práctica de su trabajo, en algunos problemas concretos, con facilidad
se sienten vanidosos por la victoria de la Nueva China, demostrando
un nacionalismo estrecho y una actitud de gran potencia. Desde
luego, debemos tener confianza en nuestra nación, pero si esta con-
fianza se convierte en un sentimiento de vanidad y arrogancia, ya es
nacionalismo estrecho. Ni siquiera está bien que semejante estado
de ánimo se manifieste de manera inconsciente. Cada nación tiene
sus méritos, que debemos respetar y asimilar. Es necesario eliminar
el nacionalismo estrecho y hacer prevalecer el internacionalismo.
B. Persistir en el patriotismo y combatir el cosmopolitismo. El
patriotismo que fomentamos es socialista y de democracia popular,
67
no el chovinismo que patrocina la burguesía. Nos oponemos al
“cosmopolitismo”, cuya manifestación es la pérdida de confianza en
la nación propia y la entrega a los brazos de una u otra gran potencia.
El “cosmopolitismo” y la “jefatura de gran potencia”, auspiciados
por EE.UU., apuntan a que los países pequeños marchen siempre
en pos de Norteamérica y se conformen con su esclavización y explo-
tación. En cambio, el internacionalismo que fomentamos tiene como
objetivo la independencia y la igualdad entre todas las naciones.
El patriotismo socialista no es nacionalismo estrecho, sino un
patriotismo que refuerza la confianza en la nación propia bajo la guía
del internacionalismo. Algunos de nuestros camaradas vacilan a
veces en su posición porque habiendo vivido en las condiciones de un