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DE NANCHANG A LAS MONTAÑAS JINGGANG              473
            sus tropas, los shenshi malvados salieron de la ciudad para darnos
            la  bienvenida.  Nos  recibieron  y  nos  invitaron  a  una  comida.  En
            pleno ágape, apresamos a todos los shenshi malvados y funcionarios
            locales y llevamos a cabo el Levantamiento de Yizhang. Luego del
            levantamiento, no tardamos en fundar el Gobierno Distrital de los
            Soviets de Yizhang y la  1.ª división del Ejército Revolucionario de
            Obreros y Campesinos, iniciando así el Levantamiento del Sur de
            Hunan.
               Después del Levantamiento de Yizhang, Xu Kexiang 145 , verdugo
            del Incidente del 21 de Mayo 359 , vino con sus tropas desde Pingshi
            para atacarnos. A Xu Kexiang lo odiaban a muerte tanto nuestros ca-
            maradas como las amplias masas, de modo que, al enterarse de que
            íbamos a luchar contra él, todos se sintieron inflamados de un espíritu
            combativo más elevado que nunca, peleándose a porfía por salir a su
            encuentro. Xu Kexiang desplegó sus seis regimientos en una forma-
            ción semejante a una larga serpiente, lo cual nos facilitó la puesta en
            práctica del principio de aplastar a sus fuerzas una por una. Por esta
            razón, no bien hubo sonado el primer tiro, derrotamos en poco tiempo
            a un regimiento de la vanguardia enemiga y, a continuación, persegui-
            mos al resto pisándole los talones sin parar de avanzar y combatir, de
            tal manera que vencimos a todos sus regimientos uno por uno. Cuando
            llegamos a Pingshi en persecución del enemigo, éste ya estaba demasia-
            do deshecho y atemorizado para tener aspecto de ejército. Pingshi
            era un desfiladero por el que no cruzaban otros caminos, de modo
            que el enemigo no tuvo más remedio que huir a lo largo de él en
            tanto que nosotros continuamos nuestra persecución y no nos detuvi-
            mos hasta que llegamos a orillas del río Lechang, donde no pudimos
            seguir adelante. La batalla fue todo un éxito, pues capturamos mu-
            chos prisioneros y una parte de ellos vino a engrosar nuestras fuerzas.
            Sobre todo, en Pingshi nos apoderamos de todo un depósito de reta-
            guardia de Xu Kexiang, que vino a ser otra fuente de abastecimiento
            y armamento para nosotros. Allí no sólo obtuvimos ametralladoras,
            sino también morteros y cañones. Puede decirse que fue Xu Kexiang
            quien nos ayudó a fundar nuestra empresa.
               La grata noticia de la liquidación de las fuerzas de Xu Kexiang
            recorrió todo el Sur de Hunan como un reguero de pólvora. Las
            organizaciones locales del Partido de todos los distritos del Sur de
            Hunan enviaron gente para entrar en contacto con nosotros, y pidieron
            que les ayudáramos a crear sus propias fuerzas armadas locales, a lo
            cual accedimos. Comenzamos por ayudar al distrito de Yizhang a
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