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CONCENTRAR UNA FUERZA SUPERIOR 103
y las campañas constituye una condición indispensable para sostener
una guerra estratégicamente prolongada.
5. Entre nuestros cuadros militares aún hay muchos que, cuando
no están en campaña, aprueban el principio de concentrar nuestras
fuerzas para aniquilar las unidades enemigas una por una, pero que
a menudo no saben aplicarlo en el combate. Esto se debe a la sub-
estimación del enemigo y a la falta de una intensa educación y un
estudio profundo al respecto. Es necesario citar detalladamente,
como ejemplos, batallas pasadas para explicar una y otra vez las ven-
tajas de este método, señalando que es el método principal para
derrotar los ataques de Chiang Kai-shek. Venceremos si lo emplea-
mos. Fracasaremos si actuamos de modo contrario.
6. El principio de concentrar nuestras fuerzas para aniquilar las
unidades enemigas una por una ha sido una bella tradición de nuestro
ejército desde que se fundó hace más de diez años; no es ahora la
primera vez que se formula. Durante la Guerra de Resistencia contra
el Japón, sin embargo, nuestro ejército recurrió, como método prin-
cipal, a la dispersión de las fuerzas para hacer la guerra de guerrillas
y, como método auxiliar, a la concentración de las fuerzas para hacer
la guerra de movimientos. En la actual guerra civil, como ha cam-
biado la situación, debe cambiar el método de combate. La con-
centración de nuestras fuerzas para hacer la guerra de movimientos
debe ser el método principal, y la dispersión de nuestras fuerzas para
hacer la guerra de guerrillas, el método auxiliar. Ahora que el ejér-
cito de Chiang Kai-shek está equipado con armas más poderosas, a
nuestro ejército le es necesario hacer especial hincapié en el método
de concentrar una fuerza superior para aniquilar las unidades enemi-
gas una por una.
7. Cuando el enemigo está a la ofensiva y nosotros a la defen-
siva, es indispensable que empleemos este método. No obstante,
cuando el enemigo está a la defensiva y nosotros a la ofensiva, debe-
mos distinguir dos clases de situaciones y adoptar métodos corres-
pondientes. Si nuestra fuerza es grande y el enemigo en una localidad
dada es relativamente débil, o si lo atacamos por sorpresa, podemos
acometerlo simultáneamente en varios lugares. Por ejemplo, del 5
al 10 de junio, nuestras tropas en la provincia de Shantung atacaron
simultáneamente y ocuparon más de diez ciudades a lo largo de los
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ferrocarriles Chingtao-Chinán y Tientsín-Pukou . Otro ejemplo, del
10 al 21 de agosto, nuestras tropas al mando de Liu Po-cheng y Teng
Siao-ping atacaron y ocuparon más de diez ciudades a lo largo del