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SALUDEMOS EL NUEVO ASCENSO DE LA REVOLUCION CHINA 125
hay que hacerlo de acuerdo con la “Directiva del 4 de mayo”. Para
resumir: en el movimiento por la reforma agraria en las zonas rurales,
debemos unirnos con las masas, que constituyen más del 90 por ciento
de la población rural y que apoyan la reforma agraria, y aislar al
pequeño número de reaccionarios feudales que la combaten, de modo
que podamos realizar rápidamente el principio de la tierra para el
que la trabaja.
c) El problema de la producción. Todas las regiones deben
planificar a largo plazo, esforzarse por desarrollar la producción,
practicar rigurosas economías y resolver correctamente el problema
financiero sobre la base del desarrollo de la producción y de la prác-
tica de economías. Aquí el primer principio es fomentar la pro-
ducción y garantizar el abastecimiento. Por consiguiente, hay que
combatir el punto de vista equivocado que pone un énfasis unilateral
en las finanzas y el comercio y descuida la producción agrícola e in-
dustrial. El segundo principio es dar la debida consideración tanto
al ejército como al pueblo, a los intereses públicos como a los indivi-
duales. Por consiguiente, hay que combatir el punto de vista erróneo
que toma en cuenta sólo un aspecto y descuida el otro. El tercer
principio es practicar una dirección unificada y una administración
descentralizada. Por consiguiente, salvo donde las condiciones exi-
jan una administración centralizada, es necesario combatir el punto
de vista erróneo de centralizarlo todo sin tomar en cuenta las
circunstancias, sin atreverse a poner plenamente en práctica la admi-
nistración descentralizada.
12. Nuestro Partido y el pueblo chino tienen plena seguridad en
la victoria final; de ésta no cabe ni la menor duda. Pero ello no
significa que ante nosotros no haya dificultades. La lucha antiim-
perialista y antifeudal de China es larga por naturaleza; los reaccio-
narios chinos y extranjeros continuarán combatiendo al pueblo chino
con todas sus fuerzas; la dominación fascista en las regiones contro-
ladas por Chiang Kai-shek se intensificará aún más; ciertas partes
de las regiones liberadas serán ocupadas temporalmente por el ene-
migo o se convertirán en zonas de guerrillas; parte de las fuerzas
revolucionarias sufrirá quizás temporalmente pérdidas, y en el curso
de una guerra de larga duración se desgastarán los recursos humanos
y materiales. Todos los miembros del Partido deben tomar plena-
mente en cuenta todo esto y estar preparados para vencer siste-
máticamente toda dificultad con una voluntad indomable. Las fuerzas
reaccionarias tienen sus dificultades y nosotros, las nuestras. Pero