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CONSTRUYAMOS UNA COMUNIDAD DE DESTINO DE LA HUMANIDAD


                Comunista de China en noviembre del año pasado: PIB y renta per cápita
                de la población urbana y rural duplicados en el año 2020 en comparación
                con el 2010, culminándose así la construcción integral de una sociedad
                modestamente acomodada en el centenario de la fundación del Partido;
                y una China ya transformada en un país socialista moderno, próspero,
                poderoso, democrático, civilizado y armonioso en el centenario de la
                proclamación de la Nueva China. Al mismo tiempo, también somos bien
                conscientes de que, por su condición de gran país en vías de desarrollo
                con más de 1.300 millones de habitantes, China afrontará riesgos y
                desafíos mayores y más severos en su senda de desarrollo, por lo que
                deberá dedicar permanentes y arduos esfuerzos a la consecución de los

                objetivos de lucha ya definidos.
                    Llamamos “sueño chino” al sueño más grandioso abrigado por
                el pueblo chino desde la Modernidad: la materialización de la gran
                revitalización de la nación china. Su contenido básico es hacer realidad
                un país próspero y fuerte, una nación vigorosa y un pueblo feliz. La
                nación china siempre ha amado la paz. El centenario de invasiones de
                otros países y guerras interiores sufridos por su pueblo desde la época
                moderna le han dado un hondo entendimiento del valor de la paz y,
                lo que es más, una necesidad de emprender la construcción del país
                en un ambiente pacífico para mejorar continuamente su vida. China

                va a seguir invariablemente la vía de un desarrollo pacífico y dedicarse
                a la promoción de uno abierto, cooperativo y de beneficio mutuo, al
                tiempo que va a exhortar a los diversos países a que sigan juntos tal vía.
                Y aplicará siempre una política de defensa nacional salvaguardadora,
                sin sumarse a carreras armamentistas ni suponer amenaza militar para
                ningún país. Y, con su desarrollo y robustecimiento, traerá al mundo más
                oportunidades, y no amenazas. El sueño chino que vamos a materializar
                beneficiará no solo al pueblo chino, sino también al de los demás países.

                    Nos complace ver que China y Rusia, mayor vecino el uno para
                el otro, tienen muchos puntos de coincidencia en cuanto al plan de
                desarrollo nacional. Rusia, que ha planteado el objetivo de haber
                llegado o haberse aproximado al nivel del PIB per cápita de los países
                desarrollados en el año 2020, está acelerando su avance por la ruta de
                fortalecer el país y dar prosperidad al pueblo, y hacemos sinceros votos
                por que materialice cuanto antes sus propios objetivos de lucha. Una



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