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CONSTRUYAMOS UNA COMUNIDAD DE DESTINO DE LA HUMANIDAD
revitalizarse, a transitar un desarrollo que corresponda a sus condiciones
nacionales y a hacer cumplido manejo de sus propios asuntos.
Segundo: de cooperación y ganancia compartida. Por ser países
con diferentes situaciones nacionales, cada uno con sus condiciones,
si China y Rusia cooperan estrechamente, complementándose con las
ventajas de cada uno, se logrará el efecto de que uno más uno sumen
más de dos. El año pasado, el comercio entre ellas llegó a los 88.200
millones de dólares, y el número de intercambios de personal, a 3,3
millones, cifras que pueden reflejar plenamente el enorme potencial y la
amplia perspectiva de desarrollo de la relación bilateral. La cooperación
energética no para de profundizarse. Los oleoductos y gaseoductos
que conectan China y Rusia se han convertido, después de la “ruta de
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té de diez mil li” del siglo XVII, en sus nuevas “arterias del siglo”.
Estamos promoviendo dinámicamente el empalme entre nuestras
propias estrategias de desarrollo nacionales y regionales de modo que
vayamos creando más puntos para la coincidencia de intereses y para el
crecimiento colaborativo. Hemos de darle a la cooperación un impulso
que la expanda del campo de las energías y recursos al de la inversión,
la construcción de infraestructuras, las altas tecnologías y las finanzas, y
la haga virar de la importación y exportación de mercancías a acciones
conjuntas de I+D y producción, elevando continuamente la categoría y el
nivel de la cooperación práctica entre ambos países.
Tercero: de amistad entre los pueblos. Los contactos entre países
dependen de la hermandad de sus pueblos. La profunda amistad de los
pueblos constituye el manantial de la fuerza para desarrollar las relaciones
de los países. Aquí, quisiera compartir con todos algunos ejemplos de
la mutua acción de respaldo y ayuda entre nuestros dos pueblos. “Estoy
viviendo en mis propias carnes —dijo con toda pasión el comandante
de vuelo soviético Gregory Kurishenko— las desgracias que pasa el
pueblo trabajador de China tal como viví las de mi patria”. Venido a
China durante el periodo de la Guerra de Resistencia contra la Agresión
Japonesa a combatir hombro con hombro con el pueblo chino, murió
heroicamente en la tierra de China, cuyo pueblo nunca se ha olvidado.
Una madre ordinaria y su hijo han atendido su tumba desde hace más de
medio siglo. Y China invitó a recuperación y tratamiento a cierto número de
niños traumatizados tras el incidente de 2004 de los rehenes de la escuela de
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