Page 2 - Construyamos una comunidad de destino de la humanidad
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CONSTRUYAMOS UNA COMUNIDAD DE DESTINO DE LA HUMANIDAD
regionales.
La OCS es actualmente, en territorio y población, la mayor
organización mundial de cooperación regional integral. El volumen
total de las economías de sus países miembros co nstituye alrededor del
20 % del volumen de la economía mundial, mientras que su población
representa en torno al 40 % de la población de todo el mundo. La
OCS cuenta con cuatro países observadores y seis socios de diálogo, y
ha establecido amplias relaciones de colaboración con la ONU y otras
organizaciones internacionales y regionales, deviniendo a raíz de la
continua elevación de su influencia internacional en una significativa
y nada desdeñable fuerza para el impulso de la paz y el desarrollo
mundiales, y para la defensa de la equidad y la justicia internacionales.
La razón esencial por la que la OCS mantiene siempre una pujante
vitalidad y una poderosa fuerza motriz para la cooperación es que esta
organización ha formulado creativamente y ha practicado en todo
momento el espíritu de Shanghai, el cual aboga por la confianza mutua,
el beneficio recíproco, la igualdad, las consultas, el respeto a la diversidad
de las civilizaciones y la búsqueda del desarrollo común. El espíritu de
Shanghai ha superado ideas obsoletas, como la teoría del choque de
civilizaciones, la mentalidad de guerra fría y el juego de suma cero, y ha
abierto una nueva página en la historia de las relaciones internacionales,
lo que le granjea una aprobación cada día más generalizada entre la
comunidad internacional.
Estimados colegas:
El antiguo filósofo chino Menci o dijo: “Cuando Confucio subió
a la montaña del Este, se percató de lo pequeño que era el reino de
Lu; cuando subió al monte Tai, se dio cuenta de lo pequeño que era el
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mundo” . Ante la nueva situación, caracterizada por el gran desarrollo, los
grandes cambios y los grandes reajustes del mundo, debemos situarnos
en una posición elevada y mirar a lo lejos para comprender y captar con
certeza la tendencia general del mundo y la corriente de los tiempos, y
poder así fomentar aún mejor el progreso de la civilización humana.
Pese a la persistencia del hegemonismo y la política de fuerza
en el mundo actual, el clamor por impulsar la evolución del orden
internacional en una dirección más justa y razonable no se puede desoír,
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