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UN BRILLANTE FUTURO PARA ASIA Y EL MUNDO

en Asia y más allá, contribuyendo con su sabiduría y energía a la paz, la
estabilidad y la prosperidad de dicha región y del mundo entero.
En la actualidad, la situación internacional sigue experimentando
cambios profundos y complejos. Los diversos países del mundo están
cada día más interconectados y su interdependencia es cada vez mayor;
en numerosos países en vías de desarrollo, miles de millones de personas
se esfuerzan por lograr la modernización, y la corriente de los tiempos, es
decir, la paz, el desarrollo, la cooperación y la ganancia compartida, está
cobrando impulso.
Por otra parte, nuestro mundo aún está lejos de ser un mundo
pacífico; los problemas relacionados con el desarrollo siguen siendo
acusados; la economía mundial ha entrado en un período de profundo
reajuste, mientras que su recuperación general vive un proceso difícil
y sinuoso; el sector financiero internacional está plagado de riesgos;
las diferentes formas de proteccionismo van en aumento; los países
se enfrentan con muchas dificultades en el reajuste de su estructura
económica, y los mecanismos de gobernanza global están pendientes de
mejora. La materialización del desarrollo conjunto de todos los países es
una ardua tarea y un largo camino.
Asia es hoy una de las regiones más dinámicas y prometedoras del
mundo, y su desarrollo está relacionado estrechamente con el de los
otros continentes. Los países de esta región han explorado enérgicamente
caminos de desarrollo acordes con sus respectivas realidades y, a través
de su propio desarrollo, han impulsado el crecimiento mundial en gran
medida. Al trabajar codo a codo con el resto del mundo en los momentos
difíciles para afrontar la crisis financiera internacional, Asia se ha
convertido en una importante fuerza motriz que impulsa la recuperación
y el crecimiento de la economía mundial. En los últimos años, Asia ha
contribuido en más del 50 % al crecimiento mundial, infundiendo al
mundo la confianza que tanto necesita. Además, la cooperación regional

y subregional de Asia con otras regiones goza de una gran vitalidad y
tiene ante sí espléndidas perspectivas.
Sin embargo, también somos conscientes de que seguimos
afrontando no pocos desafíos y dificultades tanto en la búsqueda de
un mayor desarrollo de Asia como en el mejor impulso de su propio
desarrollo junto con el de las otras regiones, habiendo por delante una

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