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Para hacer esto, es necesario, en primer lugar, mirar hacia abajo
y no hacia el cielo. A menos que uno tenga el interés y la decisión de
mirar hacia abajo, no logrará entender realmente las cosas de China
en toda su vida.
En segundo lugar, hay que convocar reuniones de investigación.
De ninguna manera se puede adquirir un conocimiento completo mi-
rando aquí y allá y escuchando rumores callejeros. De los materiales
que recogí a través de reuniones de investigación, los concernientes a
Junán y a las montañas Chingkang se han perdido. Los principales
materiales que se publican aquí son “Investigación en el distrito de
Singkuo”, “Investigación en el cantón de Changkang” e “Investigación
en el cantón de Tsaisi”. Realizar reuniones de investigación es el
método más simple, fácil y seguro, y con él he obtenido mucho pro-
vecho; se trata de una escuela mejor que cualquier universidad. A
estas reuniones hay que invitar a cuadros realmente experimentados
de los niveles medio e inferior, o a gente sencilla. Durante mis investi-
gaciones en cinco distritos de la provincia de Junán y dos de las
montañas Chingkang, conversé con cuadros responsables del nivel
medio de estos distritos; durante la investigación en el distrito de
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Sünwu conversé con algunos cuadros medios e inferiores, un siutsai
pobre, un antiguo presidente arruinado de la cámara de comercio y
un funcionario subalterno que había perdido su empleo en la recau-
dación de impuestos del distrito. Todos ellos me proporcionaron una
gran cantidad de información que hasta entonces ignoraba. La persona
que por primera vez me dio un cuadro completo de la corrupción en
las prisiones chinas fue un simple carcelero, a quien conocí al hacer mi
investigación en el distrito de Jengshan, Junán. Durante mis inves-
tigaciones en el distrito de Singkuo y los cantones de Changkang y
Tsaisi, conversé con camaradas que trabajaban en el nivel de cantón
y con campesinos corrientes. Todas estas gentes — los cuadros, los
campesinos, el siutsai, el carcelero, el comerciante y el recaudador de
impuestos — fueron mis estimados maestros; siendo su alumno, me
comporté, como es debido, con respeto y dedicación, y los traté con
camaradería; de otro modo, no me habrían hecho caso, no me habrían
dicho nada de lo que sabían o no me lo habrían dicho todo. Una
reunión de investigación no necesita ser muy numerosa; basta con la
presencia de tres a cinco, o siete u ocho personas. Es necesario destinar
suficiente tiempo, tener preparado un cuestionario y, además, hacer
personalmente las preguntas, anotar las respuestas y discutir con los
asistentes. Esto quiere decir que sin un gran entusiasmo, sin la decisión