Page 220 - OBRAS ESCOGIDAS DE ZHOU ENLAI Tomo I
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dante en jefe del Levantamiento, no fue invitado hasta la víspera de
la acción para asumir dicho cargo. El camarada Ye Jianying, recién
afiliado al Partido, fue dejado de lado y sin función a cumplir. En
la misma noche del Levantamiento, cuando Ye Ting opinó que se
debía llevar las tropas fuera de Guangzhou, Heinz Neumann lo cubrió
de violentos reproches calificándolo de vacilante y afirmando que el
Levantamiento de Guangzhou era de carácter ofensivo y que sólo cabía
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“atacar, atacar y atacar”. Al día siguiente, el camarada Zhang Tailei
cayó en combate. En el tercer día, sufrimos una derrota desastrosa y
nos apresuramos a abandonar la ciudad. Como resultado de ello,
Zhang Fakui, de regreso a Guangzhou, desató un holocausto. Si hu-
biéramos seguido entonces una política de retirada y nos hubiéramos
replegado metódicamente para unirnos, o bien con las fuerzas del movi-
miento campesino de Haifeng y Lufeng, o bien con las fuerzas dirigi-
das por el camarada Zhu De que se encontraban en Qujiang, no habría-
mos tenido que salir tan a tropel sino que habríamos podido conservar
más fuerzas revolucionarias y mayor número de cuadros.
Después del fracaso del Levantamiento de Guangzhou, Ye Ting
fue a Moscú y el representante de la Internacional Comunista volvió a
calificarlo de vacilante en lo político. Nadie de la Internacional Co-
munista le hizo caso y ni siquiera ésta le permitió ir a dictar una con-
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ferencia a la Universidad del Oriente aunque estaba invitado. Fue
por estas razones que él se apartó del Partido y se marchó a Alemania.
Debemos hacerle justicia a Ye Ting a este respecto. En el Incidente
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del Sur de Anhui , él se portó con gran heroísmo, tratando de con-
servar las fuerzas revolucionarias al precio de su propia vida y mostrán-
dose aún más firme que ciertos militantes comunistas; además, hasta
hoy ha seguido sin bajar la frente ante el Guomindang.
El balance que hizo el VI Congreso sobre estos problemas adolece
de defectos, pues se le escapó lo fundamental; con todo, rozó el asunto
en general. Al resumir las experiencias de los levantamientos, se asomó
cierta tendencia al localismo entre los delegados de diversas localidades,
o sea, lo que hoy llamamos localismo de “montaña”. Por ejemplo,
cada vez que se señalaba que el levantamiento de tal o cual lugar no
había salido exitoso, los delegados del lugar en cuestión se exacerbaban
y procuraban siempre una mejor valoración de su levantamiento, lo
cual hizo difícil sintetizar con calma las experiencias y sacar las debidas
lecciones.
Los errores cometidos por nuestro Partido en la aplicación de tác-
ticas son los siguientes: No supo emprender la ofensiva cuando debía