Page 222 - OBRAS ESCOGIDAS DE ZHOU ENLAI Tomo I
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cipitada o prematura la previsión hecha por el VI Congreso de que
surgiría pronto un auge revolucionario.
Era acertado el principio táctico fundamental, establecido por el
VI Congreso, de ganarse a las masas y preparar levantamientos, a
diferencia del que había establecido la Reunión Ampliada de noviem-
bre de 1927. La lucha que se libró en el VI Congreso contra tendencias
erróneas tenía como blanco principal el putchismo de “izquierda” y el
autoritarismo, pues el oportunismo ya era cosa del pasado y, por añadi-
dura, no estaban presentes Chen Duxiu ni Peng Shuzhi y sólo asistía
Zhang Guotao; en cambio, era relativamente mayor el número de los
culpables del putchismo que asistían al Congreso, de los cuales el
camarada Li Lisan fue el más criticado. Pero así y todo, el VI Congreso
tuvo sus errores de “izquierda”.
En primer lugar, siempre fueron borrosos algunos problemas rela-
tivos al auge y el reflujo de la revolución:
1) No se hacía clara distinción entre las condiciones objetivas
para el auge revolucionario y las fuerzas subjetivas de la revolu-
ción y se ignoraba el papel que le correspondía al movimiento de
masas, factor de orden subjetivo, para promover la llegada del
auge revolucionario. En consecuencia, al prever más tarde un posi-
ble auge de la revolución, en general se hacía hincapié en las condi-
ciones objetivas favorables, ignorando que con fuerzas subjetivas
débiles era imposible crear un verdadero auge revolucionario.
2) No se distinguía claramente entre un auge de la revolución
y una situación inmediatamente prerrevolucionaria, desconociendo
que un auge de la revolución significaba la maduración progresiva
o la madurez ya alcanzada de las condiciones para el levantamiento,
pero todavía no implicaba la factibilidad de organizar de inmediato
levantamientos en todos los rincones del país. Por ejemplo, en 1930
se observaba un auge revolucionario en las zonas rurales, pero no
por ello se podía efectuar de inmediato levantamientos por doquier,
a lo cual se debió precisamente el fracaso de la línea de Li Lisan.
3) No se trazaba una línea de demarcación entre el auge par-
cial y el general. Por lo tanto, aunque en ese entonces se afirmó
que la revolución se hallaba en reflujo, no se comprendió con cla-
ridad este problema.
Justamente la falta de una comprensión nítida de estos problemas dio
lugar a que, de regreso al país en octubre de 1928, prosiguiéramos con