Page 11 - TEXTOS ESCOGIDOS DE JIANG ZEMINTomo II
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ENARBOLEMOS LA GRAN BANDERA 3
Mao Zedong. La Expedición al Norte, la Revolución Agraria, la Guerra de
Resistencia Antijaponesa y la Guerra de Liberación echaron abajo las tres
grandes montañas: el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrá-
tico. Así fue como el pueblo chino se puso en pie y pasó de la nueva demo-
cracia a la ruta del socialismo, en cuya construcción ha conquistado gran-
diosos éxitos. Ello constituye una gran victoria, sin precedentes en China,
de la revolución popular y un gran triunfo de trascendencia mundial para el
socialismo y la liberación nacional.
El tercer gran cambio es el de la reforma y la apertura, enmarcadas en
la pugna por materializar la modernización socialista. Ambas representan
una nueva revolución iniciada bajo el liderazgo de la segunda generación
del colectivo dirigente, en cuyo núcleo figuraba Deng Xiaoping. Basándo-
se en los logros alcanzados por la revolución y la construcción desde la
fundación de la República Popular, nuestro Partido ha sintetizado las expe-
riencias y las lecciones de la historia, y ha emprendido con éxito un nuevo
camino para construir un socialismo con peculiaridades chinas. El vigor y
la vitalidad exuberantes del que éste ha dado muestras en el país han polari-
zado la atención de todo el mundo.
De los grandes cambios de la última centuria se ha sacado esta con-
clusión: solamente el Partido Comunista de China ha sido capaz de dirigir
al pueblo chino en la conquista de la independencia nacional, la liberación
popular y la victoria socialista, y de abrir el camino hacia la construcción de
un socialismo con peculiaridades chinas para hacer realidad tanto la revita-
lización nacional y la prosperidad y la fortaleza estatales, como la felicidad
del pueblo.
En este periodo cercano a la llegada del nuevo siglo, tenemos ante
nosotros serios retos y, sobre todo, contamos con condiciones favorables
y oportunidades magníficas, todas ellas sin precedentes. Es necesario ver
claramente la agudización cada vez mayor de la competencia internacio-
nal, la ingente presión ejercida por la distancia económica, científica y
tecnológica que nos separa de los países desarrollados, así como las nu-
merosas dificultades con las que seguimos topando. Al mismo tiempo, es
preciso ser plenamente conscientes de los siguientes puntos. En primer
lugar, la transformación de la paz y el desarrollo en el tema principal de
nuestro tiempo y la tendencia a la multipolarización del orden mundial
pueden propiciar un periodo relativamente largo caracterizado por un
entorno internacional presidido por la paz. Por otra parte, la revolución
científica y tecnológica avanza impetuosamente en todo el mundo y la