Page 21 - TEXTOS ESCOGIDOS DE JIANG ZEMINTomo II
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ENARBOLEMOS LA GRAN BANDERA 13
en pro de la independencia y la liberación de la nación china, del estable-
cimiento del sistema socialista en nuestro país y de la reforma, la apertura
y la modernización del Estado. Los intereses del pueblo chino, al que
consagró su vida entera, fueron siempre el punto de partida y de llegada
de sus acciones. La teoría de Deng Xiaoping, que es su mayor contribu-
ción al Partido, al pueblo y al marxismo y el valioso legado que nos ha
dejado, se expone de forma condensada en sus obras y en los importan-
tes documentos del Partido y del Estado redactados desde la III Sesión
Plenaria del XI Comité Central.
El marxismo es una ciencia: en todo momento se basa estrictamente
en los hechos objetivos. La vida real, sin embargo, se halla sujeta a cam-
bios constantes. En el último siglo y pico, éstos han sido tan drásticos y
profundos que nuestros predecesores difícilmente podrían haberlos imagi-
nado. Por lo tanto, es inevitable que el marxismo se desarrolle de manera
incesante junto con la evolución de los tiempos, la práctica y la ciencia, no
pudiendo en consecuencia permanecer inmutable. Respecto al estilo de
estudio del marxismo, se plantea la siguiente cuestión: la de si la investiga-
ción y resolución de los problemas reales de China debe fundarse después
de todo en los conceptos librescos o en las posturas, criterios y métodos
marxistas. Durante la campaña de rectificación de Yan’an, Mao Zedong
enfatizó la necesidad de “establecer la orientación de tomar como centro
el estudio de los problemas prácticos de la revolución china y como guía
los principios fundamentales del marxismo-leninismo, y descartar el mé-
todo de estudiar el marxismo-leninismo en forma estática y sin conexión
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con la vida” . A la voluntad de promover esta excelente tradición respon-
de precisamente el actual planteamiento de armar a todo el Partido con
la teoría de Deng Xiaoping y de estudiar el marxismo-leninismo y el pen-
samiento de Mao Zedong, centrando nuestros afanes en la teoría sobre
la construcción de un socialismo con peculiaridades chinas. No podemos
abandonar el marxismo-leninismo y el pensamiento de Mao Zedong en
ningún caso, puesto que, si lo hiciéramos, perderíamos nuestras raíces. Por
otra parte, es imperativo que la aplicación de la teoría marxista, la reflexión
teórica sobre los problemas reales, la praxis reciente y los nuevos desa-
rrollos se centren en los temas concretos de la reforma, la apertura y la
modernización y en los asuntos de los que nos estamos ocupando. Hablar
del marxismo desligándolo de la realidad de un país y de la evolución de
los tiempos no tendría sentido. En el estudio del marxismo, las actitudes
estáticas y aisladas y el apartamiento o las posturas contrarias respecto de