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DISCURSO EN LA SEDE DE LA UNESCO

va a impeler la transformación creativa y el desarrollo innovador de la
civilización china y activar su vitalidad; va a llevar adelante el espíritu
cultural que trasciende el tiempo, el espacio y las fronteras nacionales,
y está lleno de encanto eterno y dotado de valores actuales; y va a
hacer revivir los objetos antiguos de valor cultural atesorados en los
museos, el patrimonio histórico disperso en nuestro vasto territorio y los

escritos conservados en los antiguos libros clásicos, con el fin de que la
civilización china, junto con la variegada profusión de las civilizaciones
creadas por los pueblos de los demás países, ofrezca a la humanidad una
correcta orientación espiritual y una poderosa fuerza motriz del alma.

Señoras y señores, amigos:
“El viento del este se reconoce sin esfuerzo, la primavera es
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una orgía de colores” . El año que viene será el 70.º aniversario de la
fundación de la UNESCO, y estoy convencido de que, bajo el liderazgo
de la directora general Irina Bokova, esta organización escribirá nuevos
capítulos para impulsar tanto el intercambio y correferenciamiento de las
civilizaciones humanas como la paz mundial.

Muchas gracias a todos.

Notas
1 Libro de Mencio, “Wengong de Teng-I”. El Libro de Mencio, clásico del confucianismo
compilado por Mencio y sus discípulos, es una colección de anécdotas y conversaciones de
Mencio del Periodo de los Estados Combatientes. Junto con El gran aprendizaje, El justo medio y
las Analectas de Confucio, compone los Cuatro Libros del confucianismo.
2 Zheng He (1371/75-1433/35), navegador de la dinastía Ming, en cuyos inicios empezó
a prestar servicio a la corte imperial, para convertirse luego en eunuco encargado de logística
y asuntos generales. Las travesías de la inmensa flota dirigida por él en una sucesión de siete

ocasiones entre 1405 y 1433 por países asiáticos y africanos, en las que visitó más de 30 países
y regiones del Sureste Asiático, de a lo largo del océano Índico y de las costas del mar Rojo,
llegando hasta la ribera oriental de África y a La Meca, ciudad santa del islamismo, se conocen
históricamente como los viajes de Zheng He al océano Occidental (el nombre dado en la
dinastía Ming a las áreas marítimas de al oeste del actual Brunéi). Los largos viajes de Zheng
He contribuyeron al intercambio económico y cultural entre China y los países asiáticos y

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