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CONSTRUYAMOS UNA COMUNIDAD DE DESTINO DE LA HUMANIDAD

importantes contribuciones al progreso de la civilización humana.
Además de ser mundialmente conocida por su avanzada ciencia y
tecnología, y por su moderna industria manufacturera, Alemania ha
generado muchas celebridades de fama mundial del ámbito filosófico,
literario, musical, etc., muchos de cuyos trabajos ya le son muy familiares
al pueblo chino, incluyendo las obras maestras literarias y los poemas
inmortales de Goethe, Schiller y Heine, las discusiones filosóficas de
Leibniz, Kant, Hegel, Feuerbach, Marx, Heidegger y Marcuse, y las
hermosas melodías de Bach, Beethoven, Schumann y Brahms. De sus
creaciones hemos extraído muchos chinos, incluido yo mismo, regocijo, y
una percepción del poder del pensamiento, y una más honda conciencia
del mundo y la vida.
Un dicho alemán reza que las montañas nunca se encuentran, pero
las personas sí. Los pueblos chino y alemán tienen una larga historia de
contactos y comparten una honda amistad. Ahora mismo, no puedo sino
recordar a un amigo alemán venerado por el pueblo chino: John Rabe.
Setenta y pico años atrás, en el crítico momento de la invasión de la
ciudad china de Nanjing por parte del militarismo japonés, con matanza
de más de trescientos mil militares y civiles chinos, en contacto con una
decena larga de otros extranjeros afincados en el país, el señor Rabe
ofreció refugio a más de doscientos mil chinos con su establecimiento de
la “zona de seguridad de Nanjing”. El diario de Rabe, en el que registró
los detalles de la masacre, se ha convertido en un importante testimonio
para el estudio de este tramo histórico. La Casa Monumento a John Rabe,
establecida conjuntamente por China y Alemania, se inauguró en 1996.
Y el proyecto de restauración del mausoleo del señor Rabe, sito en Berlín

y construido por el Gobierno de Nanjing, se culminó a finales del año
pasado. La memoria que le guarda el pueblo chino a Rabe le viene de un
gran amor a la vida y del anhelo de paz.
También me acuerdo de otro amigo alemán, Norbert Görres,
un viticultor que visitó 17 veces Zaozhuang (en nuestra provincia de
Shandong) entre los años 2000 y 2009 junto con su asistente Hans-
Werner Beu para impartir a los campesinos de allí sus técnicas de
plantación, cultivo e injerto de la vid y apoderó a una bodega local para el
uso gratuito de la varias veces centenaria marca de fábrica de su familia.
Además, Norbert y Hans financiaron la educación de ocho alumnos de

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